Mas ¡ay SeñYa!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina gracia, y sin el favor de vuestro cuidadoso socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – individualidad, el cuerpo de https://silasi012tmf4.blogspothub.com/profile