De esta modo, encontraremos la paz y a serenidad necesaria para afrontar un nuevo día con total esperanza y alegría. 3. Consuelo: El Espíritu Santo es agradecido como el Consolador que nos acompaña en momentos de dificultad, tristeza o desaliento. Buscamos su consuelo y paz en medio de las https://tuckerl134cwq0.blog-ezine.com/profile